Bitácora

hace 1 año

Superar la diferencia de edad: Mindfulness en terapia para niños y adolescentes

Kid and dad flying a kite
La atención plena mejora la regulación emocional, el autoconocimiento y el bienestar general de los clientes jóvenes, pero hay que adaptar las actividades y técnicas de atención plena a los distintos grupos de edad. A continuación te explicamos cómo puedes incorporar la atención plena a tu práctica hoy mismo.

Mientras me sentaba frente a Emma, de 7 años, cuyos ojos recorrían nerviosos mi despacho, me acordé de mis propias angustias infantiles. «Emma», le dije suavemente, «vamos a intentar algo divertido. ¿Puedes ser una rana conmigo?». Le picó la curiosidad y asintió. Empezamos a hacer «ribbit» juntas, respirando exageradamente entre cada sonido. Poco a poco, su postura rígida se suavizó y una sonrisa se dibujó en su rostro. En ese momento, fui testigo del poder transformador de las actividades de atención plena para niños, hábilmente disfrazadas de juego.

¿Te has preguntado alguna vez cómo una misma práctica puede ser igual de eficaz para un niño inquieto de primer grado que para un adolescente melancólico? Esta pregunta me ha fascinado a lo largo de mi carrera como terapeuta de niños y adolescentes, lo que me ha llevado a explorar la versatilidad de los ejercicios de mindfulness tanto para adolescentes como para niños más pequeños.

El reto al que nos enfrentamos como terapeutas es importante. Muchos clientes jóvenes acuden a nosotros a regañadientes, a menudo por insistencia de padres o profesores. De hecho, los estudios sugieren que hasta el 80% de los niños que acuden a terapia emocional no eligieron estar allí. Esta reticencia puede crear una barrera para un tratamiento eficaz, por lo que es crucial encontrar enfoques atractivos y adecuados a la edad.

La atención plena, centrada en la conciencia del momento presente, ofrece una solución única a este problema. Sin embargo, su aplicación debe adaptarse a las etapas de desarrollo de nuestros jóvenes clientes. Para los niños, las técnicas de mindfulness pueden adoptar a menudo la forma de ejercicios lúdicos que capten su imaginación. La técnica de la «respiración de la rana» que utilicé con Emma es sólo un ejemplo de cómo podemos hacer que la atención plena sea accesible y divertida para los niños más pequeños.

A medida que los niños se convierten en preadolescentes, se desarrolla su capacidad de pensamiento abstracto. Esto permite realizar ejercicios de atención plena más matizados. Recuerdo haber trabajado con Alex, de 11 años, que tenía problemas de ira. Exploramos el concepto de los pensamientos como nubes que atraviesan el cielo de su mente. Esta metáfora ayudó a Alex a comprender que podía observar sus pensamientos de enfado sin sentirse abrumado por ellos.

Los adolescentes, con su mayor conciencia de sí mismos y su deseo de autonomía, necesitan un enfoque totalmente distinto. A Sophia, de 16 años, que luchaba contra la depresión, la meditación tradicional sentada le parecía limitada. En su lugar, incorporamos la meditación de atención plena guiada a su pasión por la fotografía. Al concentrarse en capturar la imagen perfecta, Sophia aprendió a anclarse en el momento presente y a descansar de sus complejos pensamientos.

La belleza de la atención plena reside en su adaptabilidad. Si nos adaptamos al desarrollo de los clientes jóvenes, podemos presentarles esta poderosa herramienta de formas que les resulten familiares. Para los niños, puede ser a través de juegos y cuentos. Los preadolescentes suelen responder bien a las metáforas y a las técnicas de mindfulness. Los adolescentes pueden conectar con el mindfulness a través de sus aficiones o de aplicaciones que encajen con su naturaleza tecnológica.

Integrar la atención plena en la terapia no consiste sólo en enseñar una nueva habilidad, sino en mejorar el propio proceso terapéutico. Cuando los clientes jóvenes aprenden a estar presentes y a no juzgar, a menudo les resulta más fácil explorar emociones y experiencias difíciles. Esto puede dar lugar a avances en la terapia y proporcionarles una herramienta de por vida para gestionar el estrés y las emociones.

Cuando miramos hacia el futuro de la terapia infantil y adolescente, los beneficios del mindfulness para niños y adolescentes destacan como un enfoque versátil y poderoso. Su capacidad para adaptarse a diferentes grupos de edad lo convierte en una herramienta inestimable de nuestro instrumental terapéutico. Al adoptar la atención plena, podemos ayudar a los jóvenes a desarrollar un mayor sentido de la autoconciencia y la regulación emocional, habilidades que les servirán en la edad adulta.

Tómate un tiempo para reflexionar sobre cómo podrías incorporar actividades de mindfulness para niños y ejercicios de mindfulness para adolescentes en tu trabajo con clientes jóvenes. Recuerda que la clave no está en las técnicas rígidas, sino en encontrar a cada niño o adolescente donde está, con creatividad, compasión y una mente abierta. Juntos, podemos ayudar a la próxima generación a cultivar la inestimable habilidad de la conciencia del momento presente, respiración a respiración.

Si necesitas que te echemos una mano, consulta nuestros cuadernos de mindfulness, cuidadosamente diseñados para ayudar a distintas edades.

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